
JAVIER PECIÑA
Desde pequeño, crecí rodeado de viñas y bodegas, ya que mi familia lleva generaciones dedicándose al cultivo de la uva y la creación de vinos. Esta conexión con la tierra y el vino siempre estuvo presente en mi vida, y a los 18 años decidí dar un paso más allá y trasladarme a Tarragona para estudiar Enología, con el deseo de profundizar en mis conocimientos y seguir el legado familiar.
Después de completar mis estudios en 2020, regresé al viñedo y comencé a trabajar codo a codo con mi familia en nuestra bodega. Fue en ese momento cuando decidimos llevar nuestro proyecto un paso más allá, seleccionando algunos de nuestros mejores viñedos para crear vinos con identidad propia, bajo nuestra marca: Feco.
A medida que profundizaba en el trabajo en el campo, comencé a notar que ciertas parcelas destacaban por su carácter único. Eso me impulsó a elaborar pequeños vinos de manera individual, con la idea de capturar la esencia más pura de esas tierras. Al compartir esta visión con mi padre, nació nuestra línea de vinos parcelarios, vinos que hablan de nuestra tierra en su forma más auténtica. Para asegurarnos de que reflejaran toda la esencia de lo que cultivamos, decidimos no añadir nada más que la uva y embotellar los vinos sin filtrar, buscando una expresión lo más pura posible.
Además, tuve la suerte de realizar dos vendimias en Argentina, lo que me permitió conocer otras formas de trabajar, nuevas perspectivas y enriquecer mi enfoque sobre el mundo del vino.Así es como mi viaje en el mundo del vino ha sido una mezcla de tradición, pasión y exploración. Cada botella que elaboro lleva consigo el esfuerzo y la dedicación de generaciones, pero también la innovación y las lecciones aprendidas en cada paso del camino.